Después de la muerte de su hermano Larks, Shiru trató de comunicarse con Zaha y decirle la verdad sobre lo que sucedió, lo cual no fue fácil ya que él la evitó. Mientras tanto, ella se desempeñó como guardiana elemental en los reinos regulares, siempre vigilando a Zaha y ocasionalmente limpiando los problemas que él comenzó. Finalmente logró contárselo y de allí en adelante sirvió como una especie de guía para ayudarlo a encontrar su verdadero yo.