Cuando era niño, Seimei ya tenía la capacidad de ver espíritus. Por eso, la gente le tenía miedo y decía que había nacido de un zorro. Aprendió de su maestro Tadayuki y se convirtió en un muy talentoso onmyouji, temido por los demonios. Vive solo con espíritus y objetos de hadas que le sirven. Seimei es un hombre muy culto al que también le gustan los chistes, especialmente en detrimento de Hiromasa.