Él es el Segundo Administrador de la Casa de la Escuela Confuciana, un hombre muy gentil y tranquilo que nunca muestra sus habilidades. Es muy respetuoso con su mayor y ayuda mucho a Zhang Liang lidiando con sus consecuencias y cubriendo sus secretos. Según él mismo, "las palabras del Anciano nunca deben olvidarse, las palabras del Tercer Menor nunca deben ser recordadas". En la actualidad trabaja con Zhang Liang ayudando a los mohistas.