La única hija del goze Tamana que enseñó el shamisen a Nitaro. En su infancia, le dio a Nitaro un caparazón para agradecerle por traer de vuelta la pelota que dejó caer accidentalmente en el río. Esta fue la reunión que sellaría su destino común. Después de la muerte de su madre, regresó a Kanbara para convertirse en aprendiz de un comerciante. Ella entendía a Nitaro y lo apoyaría.