Remi Takashima es una niña de cuatro años. El edificio en el que vivía Remi se había incendiado. Después de revisar los restos, los bomberos la encontraron enterrada bajo algunos escombros y, sorprendentemente, todavía respiraba. Suponiendo que Remi poseía el gen de la bestia, la mantuvieron viva para ser utilizada como conejillo de indias.