Xenovia aparece por primera vez en el Volumen 3 junto con Irina bajo la orden de la Iglesia para recuperar las tres espadas Excalibur robadas. Ella e Irina formaron una alianza temporal con Issei, Koneko, Yuuto y Saji, en la que recuperarían los fragmentos robados de Excaliburs pero permitirían que Yuuto destruyera uno de ellos. Durante la pelea con Freed Sellzen y Valper Galilei, ella se revela como la portadora de Durandal, y rápidamente cambia el rumbo de la batalla al destruir el Excalibur fusionado y cortar a Freed. Después de la batalla con el líder del Ángel Caído, Kokabiel, se convirtió en un Demonio bajo Rias después de descubrir que Dios murió. Cuando Xenovia se presentó por primera vez, fue retratada como una persona con un comportamiento tranquilo y serio, poniendo su misión primero y solo hablando cuando era necesario. Ella también prefiere no involucrarse en problemas que no le conciernen. Si bien es un miembro fiel de la Iglesia, sus creencias son lo suficientemente flexibles como para aceptar la ayuda de un Dragón, como recibir un almuerzo gratis (después de que Irina gastó todo su dinero en una pintura falsa de un Santo) y querer no solo cumplir su misión, pero sobrevive después también. Después del Volumen 3, ella gana una relación muy cercana con Asia, siendo tocada por su amabilidad y se disculpa por llamarla bruja cuando se conocieron. Al igual que Asia, como persona criada en la Iglesia, carece de conocimiento común sobre la vida de una persona normal, evidente cuando trajo una caja de condones a la escuela. Como Caballero, Xenovia puede moverse a velocidades sobrehumanas, lo que, combinado con los poderes destructivos de Durandal, la convierte en una luchadora formidable. También tiene la capacidad de aprovechar el aura sagrada de Durandals con otras espadas, evidente cuando lo usa con Isseis Ascalon (Issei le permite usarlo ya que él no es un buen espadachín y porque no puede controlar completamente a Durandal).
Después de convertirse en un diablo, Xenovia se obsesiona con tener un bebé de Issei, ya que piensa que con Issei siendo el anfitrión del Emperador Dragón Rojo, sus genes deben ser superiores. Sus razones para este deseo repentino es que como una hermana santa, tuvo que vivir una vida de completo celibato, pero ahora que se convierte en un diablo, es libre de vivir la vida de una mujer normal, lo que en su mente significa tener bebés, algo que pensaba que nunca podría o no se le permitiría hacer.
A partir del volumen 19, adopta el apellido de su tutor legal, Quarta.