Tanto sádico como masoquista hasta cierto punto, Schuldig disfruta jugando con las cabezas de las personas, lo cual es demasiado fácil dado su poder de telepatía. Afirma que las mentes de las personas saben a miel; Sin embargo, también se queja de que a veces no puede decir qué pensamientos son suyos. Schuldig significa "culpable" en alemán y holandés.