A veces infantil, a veces marimacho, Kurumi siempre está llena de energía. Armada con su cámara, ella sigue los pasos de su padre desaparecido.
Como la nieve que cae en verano, como una cigarra lamentando la llegada del invierno ... En una ciudad vigilada por una ballena en el cielo ... lo extraordinario se hace ordinario. Las gafas a las que...