Ghim parece culparse por la desaparición de la sacerdotisa Leylia, y generalmente depende de su buen amigo Slayn darle tranquilidad de una forma u otra. Entonces, cuando aparece Karla, Ghim reconoce la cara. Aunque la edad lo había cambiado un poco, Ghim estaba seguro de que la cara que estaba mirando era Leylias. Al darse cuenta de que Leylia ha sido poseída, Ghim finalmente se propone solo para desafiar a Karla y liberar a Leylia del control de las Brujas Grises. Afortunadamente para él, Ghim no estará solo en esta pelea, incluso si eso no es lo que quiere. Frente al increíble poder de Karlas, es este esfuerzo de equipo lo que finalmente le permite a Ghim liberar a Leylia del temido círculo de Karlas, un acto que demostraría ser su acto final y redentor.