Asistente de Mendozas que es tan despiadado como su maestro. Solía rezar con su familia y esperaba que Dios la ayudara. Los lobos mataron a su familia, y cuando los aldeanos vinieron a ayudar vieron que los lobos eran demasiados y se escaparon. Ella recordó esa vez que oró y le pidió ayuda a Dios, pero él no la ayudó.