Erika le miente a sus amigos acerca de tener un novio y toma una foto de un tipo al azar para mostrar como prueba, pero resulta que él va a su escuela. Después de algunas súplicas, él acepta fingir ser su novio bajo la condición de que ella sea su "perro mascota". Ella finalmente se enamora de él, a pesar de su actitud cruel hacia ella y trata desesperadamente de ganarse su afecto.