Fio vivió en América, pero fue a Milán para ayudar a su abuelo Piccolo. Su abuelo es el dueño de Piccolo S.P.A., donde construyen hidroaviones. Fio es muy talentosa y experta para su edad, y lo más importante, apasionada por su trabajo. Ella admira mucho a Porco Rosso. Su padre fue una vez miembro de la unidad del Capitán Marco Paggot en la Fuerza Aérea Italiana, y ella escuchó maravillosas historias sobre él. Además de ayudar a Porco Rosso a reparar su avión, ella también quiere ayudarlo a liberarlo de su maldición.