Una chica rica y solitaria que Kokoro encuentra durante sus vacaciones. Ella sufre de la misma enfermedad no especificada que su difunta madre tenía. Aunque está mejorando, su padre sobreprotector y su mayordomo estricto no le permiten salir de la casa o socializar, por lo tanto, está muy feliz de recibir la visita de Kokoro. Ella pasa su tiempo leyendo y mirando la vista al mar desde su ventana. Sueña con ver el océano de cerca y tocar un delfín, sueños que Kokoro y Akaha le ayudan a cumplir.