Akatsuki regresa a la tierra después de derrotar al rey demonio en un mundo de espada y magia llamado Alayzard. Un buen joven que confía en su fuerza, pervertido pero serio. Tiene la desagradable costumbre de irritar a las chicas quitándose la lencería de manera sigilosa. Por alguna razón, Miu es la víctima frecuente de su perversión.