Ella es una de las ayudantes cercanas de los Zens y una excelente espadachín. Su pareja es Mitsuhide, a quien le gusta provocar. Tanto ella como Mitsuhide notan la timidez e interés de Zens en Shirayuki, que aprueban y apoyan. Es fría y severa con los alborotadores y los pequeños, pero es amable con las personas que respeta.
Su padre inicialmente está en contra, comentando cuántos deberes tendrá que supervisar la cabeza y el tiempo que tomará aprenderlos, pero viendo que Kiki está en serio acerca de quedarse en el castillo, cede y le permite quedarse hasta que Zen haya cumplido su sueño. Después de estos eventos, ella se corta la cola de caballo. Esto sorprende a sus amigos, pero Kiki explica que lo hizo por su propia voluntad.
Kiki reflexiona sobre su pasado, cómo conoció a Zen y Mitsuhide, dándose cuenta de que hay personas confiables en el mundo, y su acuerdo con su padre para servir en el castillo. Después de un poco de pelea con Mitsuhide, le pide a Kiki que se quede un poco más para apoyar a Zen y Shirayuki. Kiki va a Zen y le pregunta si desea hacer de Shirayuki su reina. Zen responde que sí. Al ver su determinación, le pide a Mitsuhide que venga con ella para confrontar a su padre sobre la cancelación del acuerdo.
Más adelante en la historia, Kiki revela que hizo un acuerdo con Zen para convertirse en su ayudante durante 6 años antes de regresar a casa para asumir el mando de la casa de Seiran. Kiki le dice a Mitsuhide que le queda un año en el castillo de Wistal. Esto la pone en desacuerdo con Mitsuhide, sintiéndose traicionada porque tanto Zen como Kiki lo mantuvieron en secreto de él. Kiki explica por qué no se lo dijo inicialmente a Mitsuhide y por qué se hizo más difícil a medida que lo arrastraba.