Siendo una extremadamente experimentada en su industria, Yūko no es tan tonta como para revelar su verdadero nombre como Watanuki. Aparte de eso, Yūko ha servido como un catalizador importante para la transformación de Watanukis, actuando de alguna manera como su mentor. A ella le encanta beber y comer Watanukis cocina maravillosa y arrastrar a Watanuki en salidas locas en un abrir y cerrar de ojos. A pesar de esta actitud inmadura y de espíritu libre, se sabe que Yūko es muy sabio y serio cuando el tiempo lo requiere. Yūko parece conocer el verdadero hit hit que Watanuki seguirá, y a menudo ha ofrecido mensajes crípticos para advertirle de un peligro inminente o un cuento popular que debería tomar un poco más en serio. Ella también parece preocuparse realmente por él, asegurándose de que esté a salvo por la noche, enviando al Kudakitsune (zorro de pipa) con él para protección adicional, o llamando a Dōmeki cuando necesita salvarse. Yūko es muy poderoso cuando se trata de magia y conocimiento y es muy respetado dentro del reino espiritual. Sin embargo, a menudo no parece involucrarse directamente en cosas más allá de cualquier contrato que tenga con quienes piden deseos. A veces, ella envía a Watanuki a hacer trabajos para ella, como cuando le concedió un deseo a Himawari. Yūko parece asumir el papel de alguien jugando al ajedrez en lo que respecta al panorama general de las cosas que están sucediendo. En Horitsuba Gakuen, ella es una directora despiadada, que siempre sube a las habitaciones a través de la ventana.