Suigintou es la primera muñeca de la colección Rozen Maiden. Su deseo de ganar el Juego de Alice es la más fuerte de todas las muñecas, y está impulsada principalmente por su deseo de llamar la atención de "Padre" (Rozen). Sádico, rencoroso y arrogante (todo debido a su espectacular complejo de Superioridad), Suigintou no tiene inhibiciones cuando se trata del Juego de Alice. Utilizará cualquier método disponible para ella, independientemente de cuán brutales puedan ser, para alcanzar la victoria. Aunque generalmente evita asociarse con las otras muñecas a nivel social, siente un odio particularmente fuerte por Shinku. Este odio raya en la obsesión, ya que ella puede aproximar cuántas horas y minutos desde que se conocieron. Sin embargo, al conocer a Megu, su medio, la actitud y las motivaciones de Suigintous comienzan a cambiar; ella comienza a sentir un fuerte afecto por alguien que no sea "Padre". El deseo suiginto de proteger a Megu comienza incluso a dominar su deseo de conocerlo, espera usar el Rosa Mystica recogido para curar a Megu de su dolencia cardíaca, en lugar de convertirse en Alice. Suigintou tiene una serie de rasgos y defectos únicos entre las siete Rozen Maiden. En el anime, le falta su torso; Shinku explica en un momento que antes de completar Suigintou, su diseño fue borrado, pero no da más explicaciones de por qué o cómo. Curiosamente, después de que Suigintou es destruida en la batalla por Shinku, en parte es restaurada a mitad de camino a través de Rozen Maiden Träumend. La identidad de la persona responsable de su restauración nunca se revela. En el final de Rozen Maiden Träumend, ella le dice a Shinku que "Padre" le había dicho que incluso con su cuerpo defectuoso, ella también tenía derecho a una parte en el Juego de Alice. Más tarde, se ve a Rozen amorosamente arreglando la cinta de su cuello mientras está inconsciente. Incluso agarra suavemente la cintura después, lo que implica que ha reparado su cuerpo incompleto.
En el manga, su cuerpo está imperfecto por alas (es la única Rozen Maiden con ellas) que han devastado su espalda con grietas. A pesar de estos defectos, su lo