Es amable y afectuoso, aunque inicialmente un poco egoísta. Ella lleva la cresta de la pureza. Mimi es egocéntrica y está obsesionada con su apariencia externa. Ella solía recibir un tratamiento real, por lo que vivir en el mundo digital no es exactamente su taza de té. En el fondo, ella es una chica muy dulce. Su compañero digimon, Palmon, trata de ayudarla a comprender que las apariencias externas no lo son todo. Mimi posee la cresta de la sinceridad. En 02, Mimi pasa mucho tiempo en Estados Unidos. Ella regresa con su cabello teñido de su color favorito (rosa, si no lo puede adivinar) y un nuevo guardarropa. Ella todavía actúa como una princesa, pero ha madurado lo suficiente como para saber que hay cosas más importantes en la vida.