Siendo la presidenta del Consejo Estudiantil y una hija de sus influyentes padres, quienes son responsables de hacer cumplir las leyes de moral pública cada vez más estrictas, Anna es una niña de voz suave, inocente pero fuerte y decidida cuyo papel es deshacerse de cualquier material que se consideran obscenos o lascivos no solo en la escuela, sino también en la sociedad en general.