Debido al shock de perder a sus padres en un accidente automovilístico, Hiyori había perdido su voz. Aunque no puede hablar, tiene una personalidad suave y cariñosa.
Moeka, de 17 años, que perdió a sus padres, y Yurie, que buscaba escapar de su violento esposo, se bajaron en una estación de Kitsunezaki un día. El gran terremoto y el tsunami habían cambiado sus des...