Ahiru (que se traduce como pato en japonés) es en realidad un pato; sin embargo, al comienzo de la serie, Drosselmeyer la convirtió en una niña humana. También le otorgó un colgante que hace que Ahiru se transforme en su otro yo, la princesa Tutu. Todo esto fue causado por su deseo de ver a Myuuto, el Príncipe de la historia, sonreír. Resulta que su papel como princesa Tutu es reunir a Myuutos con el corazón perdido para que pueda recuperar los muchos sentimientos de tristeza y felicidad. Es evidente desde el principio que Ahiru, como humana, pato y princesa, está febrilmente enamorada del Príncipe. En cualquier caso, si ella le confiesa sus sentimientos, él desaparecerá (o eso dice la historia). Como tal, está atrapada en esta terrible situación, pero siempre va voluntariamente a buscar el corazón de Myuutos para ayudar a su amado Príncipe sin vida. Ahiru Arima es una niña humana que recibió un colgante para transformarse en princesa Tutu. Según lo dicho por Edel, ella reúne fragmentos para el Príncipe para ayudar a restaurar su corazón.