En el caso de Wilfred, el trabajo de Wilfred se ve afectado por una transferencia repentina, y Wilfred es lanzado a una división llena de raros. Allí conoce a Ester, su jefa, que no tiene nada que hacer más que comer. Wilfred originalmente tenía la intención de perfeccionar y dominar la magia, pero se encuentra obligado a ser su chef exclusivo.