Shouji, que nació en una familia pobre, tenía las cualidades de un "yuusha". Sin embargo, pasaba sus días como un perezoso, ahogándose en alcohol y pociones. Mientras dependía solo de la violencia para ganarse la vida, se encontró con una chica que es una talentosa alquimista, pero también sumida en deudas. Las pociones creadas por esta niña eran alucinantes ya que tenían la mayor pureza que había visto. Había terminado con la fama y el honor. Ya no tenía el deseo de solo ganar dinero para vivir como su propósito. Creía que no sería tan malo contrabandear esas pociones en el mundo subterráneo del crimen y las drogas. Preparando este producto restaurador que hace que la gente se drogue, en busca de dinero sucio y compañeros para su pandilla, aferrándose a las pociones que lo dejan suelto, el loco "yuusha" desafió a los demonios que están escondidos en este semimundo.