Aunque el dueño del café Mugimaru es guapo, los rumores dicen que es un playboy. Pero eso no impide que el asalariado pesimista, antisocial y demasiado serio Roku vaya allí ya que le gusta cómo el dueño hace su café. Sin embargo, un día el borracho Mugimaru empuja a Roku y dice: "Dado que te gusta mi café, eso significa que también me gustas, ¿verdad?" ¿Qué pasará entre el asalariado Roku y el dueño psicópata, Mugi?!