Nuestro ingenuo protagonista propone a un personaje femenino en un juego en línea, solo para descubrir que el jugador es realmente un chico. Traumatizado por eso, decide no confiar nunca en una chica en línea, pero ahora, dos años después, una jugadora le propone matrimonio. ¿Qué pasará? (Fuente: Fallas de novela ilimitadas, editado)