En las vastas praderas del desierto del norte de Novoland, había una sociedad nómada que apreciaba las artes marciales, creía en el dios Pandeng y adoraba héroes. Los hombres allí eran todos de sangre caliente y las mujeres eran todas de voluntad fuerte. Su reino se llamaba Qingyang. La historia se desarrolla en Qingyang y representa las luchas de poder dentro de las tribus nómadas del norte, así como las quejas entre Qingyang y la Tierra del Este. Cuando era niño, el príncipe heredero de Qingyang Lü Guichen fue enviado a vivir con la tribu Yanzhen por el Gran Señor. Después de que la tribu se rebeló, Lü Guichen fue llevado de vuelta a la ciudad de Beidu. Sin embargo, sus hermanos mayores no valoraban a este joven y débil príncipe heredero, en su lugar se centraron únicamente en competir entre sí por la sucesión del trono. Sin embargo, después de experimentar el bautismo de la guerra y los altibajos de la vida, Lü Guichen, con su personalidad suave, maduró gradualmente y ganó fuerza en medio de las luchas de poder de sus hermanos mayores.. Durante ese tiempo, la familia real de las Tierras Orientales estaba en declive, y varios estados feudales habían surgido. El Gran Señor de Qingyang trató de utilizar una alianza con el Estado Xia Tang para lograr su ambición de dominar el Este. Como resultado, Lü Guichen fue enviado como rehén a Xia Tang. Fue allí donde conoció al rebelde guerrero Tianqu, Jiye, y se sintió atraído por el espíritu tenaz e inflexible de Jiye, convirtiéndose finalmente en amigos cercanos. Esta es la historia del joven Duque Zhaowu y el joven Rey Yulie de la futura dinastía Xie.
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