Lucius Modestus, un antiguo arquitecto romano, se encuentra en busca de trabajo debido a tener problemas para encontrar nuevas ideas. A medida que su comportamiento y personalidad se vuelven sombríos, sus amigos intentan llevarlo a un baño para que se relaje. Incapaz de relajarse en el bullicioso y concurrido baño, Lucius sumerge la cabeza en el agua. Allí encuentra un túnel secreto que lo transporta a un moderno baño japonés, proporcionándole la inspiración que necesitaba para hacer una nueva creación. Cargado con lo que parece ser un conocimiento muy adelantado a su tiempo, Lucius hace todo lo posible para tratar de recrear sus hallazgos, generalmente inferiores en calidad debido a sus circunstancias. Sin embargo, el puro ingenio puede ser suficiente para llamar la atención de los ciudadanos y recuperar su reputación como arquitecto.